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El origen del mito

El mito es un relato que intenta justificar la creación de un hecho específico y en todos los casos, fundamental para la vida humana: el origen del universo, de los animales, de los hombres, del amor y de la muerte se entienden a través de este relato fundador, que además propone un modelo de conducta.1

 

Nuestros ancestros y todas las civilizaciones americano-precolombinas desarrollaron su cultura mediante la gran conexión que lograron con el mundo vegetal, al que se le veneraba mediante ritos, danzas y diversas costumbres que se fueron desarrollando.

 

Algunos de estas acciones era representada mediante el arte figurativo (dibujos a manera de representaciones animalísticas u otros),  con el propósito de testimoniar y/o representar sus propias creencias, el contexto en el que se hallaban sumergidos, el mundo que los rodeaba. Estos dibujos en su gran mayoría provenían de ceremonias donde el animal y el humano eran uno.

 

En la actualidad las personas se encuentran sumergidas en la vorágine del mundo moderno; en constante conflicto minimizan sus experiencias con el fin de acumular mayor tiempo por lograr sus cometidos. Hoy por hoy, la intención no es consumir tiempo (entiéndase vivirlo), sino alimentarlo.

 

Bajo esta premisa los hombres van sobreviviendo y las ciudades, creciendo en forma descontrolada, exterminando a sí misma, extinguiendo sin ningún reparo.

Así, “el origen del mito”, es un proyecto a manera de respuesta al caos urbano que actualmente experimentamos los habitantes de este planeta. Un caos que nos devuelve a nuestras formas originarias y que en esta muestra se manifiestan como extraños seres o personajes, que interpretan diversos mundos míticos bajo elementos figurativos y abstractos con rasgos faunísticos, se trata probablemente también de hombres disfrazados en sus ritos de sobrevivencia.

 

El origen del mito, es también, la representación de quienes somos hoy. Imágenes, cual reflejo nuestras cavernas (ciudades), semidioses antropomorfos estáticos, inertes, des-almados. Y al mismo tiempo posibles lugares donde algunos seres logran conocer.

 

1 Melba Escobar: Mitos y leyendas de América: 2008, p. 11.

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